¿Qué diferencia hay entre un blog y cualquier otro sitio de Internet?
En el momento de definir qué es un blog, hay que hacerlo tanto del lado del lector como de su creador. Desde el punto de vista del primero, un blog es un sitio constituido por textos o entradas, ordenados cronológicamente, de tal manera que la anotación más nueva aparece en la parte superior de la página. Pero para que esta definición sea más comprensiva, hay que sumar otros elementos importantes: la facilidad de la actualización de contenidos y presentación visual, y el énfasis en aprovechar las capacidades colaborativas de la Red.
Primero, una de las grandes diferencias entre una página personal típica, armada en HTML con Dreamweaver, y un blog, radica sobre todo en la interfaz de carga. Un blogger prácticamente nunca necesita meter mano en el código, al menos en la instancia de contenidos. Puede cargar todo desde una plantilla muy sencilla, en donde los estilos de tipografía se definen de manera muy parecida a la de un procesador de textos como Microsoft Word. Y el aspecto visual tampoco toma tanto tiempo: es posible definir de una vez el modo en que se presentará nuestro blog con un simple template, que podemos personalizar si queremos, o dejar tal cual si no nos interesa demasiado darle un toque particular. El punto es el siguiente: es mucho más sencillo mantener un blog que una vieja página personal, que necesitaba actualizaciones en el código HTML, la verificación de los enlaces, chequear si las imágenes se encontraran en su lugar, subir todo el contenido por FTP, etc.
Para un blogger, la única razón por la cual hay que meterse a trabajar con el código HTMl es si hay que agregar un script para ejecutar alguna función específica; por ejemplo, hacer listas de los últimos comentarios publicados en el blog, o un lista de lecturas recientes en Internet.
En segundo lugar, está el tema de la colaboración. Una de las razones del éxito del formato blog es su énfasis en la colaboración entre usuarios y bloggers. Quienes comentan en nuestro sitio no sólo pueden concordar con nuestros razonamientos, hacernos notar su disconformidad con nuestras ideas e insultarnos; también, y sobre todo, pueden complementar la información, sumar más datos, rectificar algunas afirmaciones, etc. Realmente, un blog es útil cuando su creador y los lectores contribuyen a hacerlo así. La responsabilidad de quien hace un blog no se termina en escribir de manera decente sobre cosas interesantes, como sucede con los periodistas. Además, hay que alentar la participación, aceptar las críticas, pedir a los lectores que nos ayuden a encontrar datos difíciles sobre algún tema. Las herramientas como el trackbak y los blogrolls reafirman esta posición colaborativa: apuntar al desarrollo de discusiones y a la construcción de una comunidad de ideas. Por desgracia, todavía mucha gente tiene problemas a la hora de lidiar con los comentarios de los demás.
Como observarán, los blogs no se definen de manera temática. En ellos se puede escribir realmente sobre cualquier tema, ya sea sobre noticias, cuestiones personales u opiniones.
Desde ya, la famosa construcción colaborativa de ideas no es una exclusividad de los blogs. Otras herramientas, como los wikis y los foros, vienen haciendo esto desde hace tiempo. Por suerte, se trata de soluciones que pueden complementarse de manera relativamente sencilla. Pero no hay que olvidarlo: una distinción importante entre los blogs como soporte exitoso y otras formas de presentación de contenidos más bien fracasadas –como los portales– se debe a las diferentes formas de aprovechar la capacidad de colaboración que brinda Internet, y la mayor facilidad a la hora de mantener el sitio, tanto en contenido como en presentación gráfica. No todo es la presentación al lector: a veces hay que ver que las prácticas de los bloggers y la arquitectura de un soporte tienen mucho que ver con la definición final del formato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario